UN JUEGO DE NIÑOS
"A mí ellos me encontraron por lo perdida que yo estaba”. Los jóvenes y los barrios obreros, el peligroso nicho de mercado de los negocios de apuestas
Marian entró por primera vez en una casa de apuestas con 18 años. Recién estrenada la Universidad, todavía no sabía que no podía jugar con dinero ajeno, aunque se lo ofrecieran sus amigos, no sabía que se enfrentaría a meses de amenazas y deudas, ni que dentro de las casas de apuestas no hay luz natural. El 15% de los adictos al juego lo son desde los 18 años, según el último informe del INJUVE.
Quería cambiar de aires y conoció un grupo de chicos que por las noches iba a discotecas y por las tardes a casas de apuestas. Empezó apostando muy poco, porque como la mayoría de adolescentes a esa edad, no tenía ingresos. “O la paga de mis padres, o yo llegué a robarles dinero”. Y cuando comenzó a perder, sus amigos se ofrecieron a prestarle para que volviera a jugar y así lo recuperase. Más tarde, supo que estaban organizados y que la deuda no haría más que crecer hasta que no la saldara.
"RECUERDO GANAR Y DECIR: JODER, QUÉ FÁCIL"
"sI NO ME LO DEVUELVES TE VAS A CAGAR"
Un camarero explicando el funcionamiento de la ruleta
Dice que nunca llegó a desarrollar ludopatía y que el trauma de esos meses le ha dejado tan mal sabor de boca que no ha tenido la tentación de volver a apostar. Pero la puerta estaba abierta. Pantallas con carreras de galgos y caballos, apuestas de fútbol, baloncesto, tenis y casi cualquier deporte, ruletas y máquinas tragaperras. Son muchas las formas de engancharse. Son muchas las posibilidades de ganar dinero. Y de perderlo.
Dentro no hay relojes y las ventanas están tapadas. Los camareros se esfuerzan por hacerte sentir como en casa y de vez en cuando te ofrecen bebidas gratis o a muy bajo precio. Quizá este sea uno de los grandes atractivos para los jóvenes, ¿para qué ver el partido en un bar, si, a priori, sale más barato verlo en una casa de apuestas?.
A esto se suma el bombardeo constante de anuncios de las casas de apuestas que existía antes de la Ley 11/2021, que ha limitado el horario de la aparición de anuncios de las casas de apuestas en televisión restringiéndolos a la madrugada.Un factor más que regula esta ley es el patrocinio de las casas de apuestas a los equipos de fútbol, pues hasta este año, solo la Real Sociedad prescindía de este contrato. Otra de las reivindicaciones era poner fin a la aparición de famosos en este tipo de anuncios, que influenciaban sobre todo a los jóvenes y a los forofos del deporte.
Los bonos de bienvenida, es decir, dinero que la casa de apuestas “regalaba” la primera vez que jugabas en ellas a modo de “deferencia”, también han quedado totalmente prohibidos por esta ley. Sin embargo, aún existen mecanismos que fidelizan a los clientes, como lo son las promociones por antigüedad a partir de un mes.
En el caso del IES Ribera de Castilla, ubicado en barrio de la Rondilla, Valladolid, existe una distancia de 450 metros con la casa de apuestas más cercana, unos 6 minutos caminando a paso normal. Tiempo más que suficiente para que en un recreo de media hora se pueda visitar el local durante unos 10 o 15 minutos y regresar después al centro.
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El estudio realizado por Mar Cañizares Espadafor y Sergi Martínez, investigadores del European University Institute de Florencia, aduce que en los institutos que se hallan en barrios humildes donde existe una casa de apuestas a menos de 500 metros, la nota media de la Evau desciende 0,5 puntos sobre 10, con respecto a otros centros escolares. Esto indica que no solo las casas de apuestas cercanas a los institutos acercan a los jóvenes al juego, sino que también repercute en el rendimiento académico.
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A las puertas del instituto los alumnos confirman la facilidad con que los menores pueden acceder a las casas de apuestas. Solo basta el DNI caducado de algún mayor de edad, o que alguien con más de 18 años lo preste. Los responsables de los locales no se paran a cotejar el DNI con la persona que se lo da, tan solo lo registran en la base de datos y el acceso es libre.
6 minutos
IES Ribera de Castilla
(Valladolid)
450 metros
Casa de apuestas Luckia
A las puertas de un instituto
"Son menores que lo hacen a través de gente mayor de edad"
Saliendo de una casa de apuestas
"Aquí te van diciendo: hay coche de policía, no dejamos entrar a menores"
Sus amigos apuestan
"Enseñan la foto y si está bien editada sí que les dejan pasar"
Las entidades vecinales piden más presencia policial para impedir su acceso. En 2019 se puso en marcha la primera actuación policial para atajar este problema, la Operación Arcade. Los agentes visitaron más de la mitad de las casas de apuestas físicas de España e identificaron a 28 menores y 184 personas indocumentadas. Es solo la punta del iceberg, la cantidad de menores que apuestan online es aún más difícil de controlar.
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Las casas de apuesta no proliferan en los barrios obreros por casualidad. La ilusión de ganar grandes cantidades de dinero es un factor determinante. Este es el promotor principal que incentiva a una persona de bajos recursos a arriesgar sus ingresos.Y de esto se sirven los negocios de apuestas para alcanzar la máxima cartera de clientes posible. De este modo se explica la aparición de 3 casas de apuestas en la Rondilla en tan solo 3 años.
Capturas del acceso a páginas web relacionadas con las apuestas. Es tan fácil como hacer click.
"¿Qué más le da a un chaval recorrer 100 metros que 500?"
¿Las deudas quién las paga? Las deudas las tiene que pagar la familia"
No todo el juego es patológico pero empezar a jugar durante la adolescencia aumenta el riesgo de sufrir una adicción en el futuro. Y, aun en el caso de no llegar a desarrollarla, según el informe Juventud y juegos de azar, también es importante el juego problemático, que se da cuando el jugador tiene altos niveles de preocupación por el juego (en España el 4%), cuando juega para evadirse de sus problemas personales (3,9%) o cuando juega compulsivamente para recuperar el dinero que ha perdido (3,3%), como Marian.
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Ella conocía los riesgos. Durante su etapa de jugadora empeoró la relación con sus padres, que fueron quienes les ayudaron a saldar su deuda, y se distanció de sus amigas. Antes de que fuera a más, decidió autoprohibirse la entrada a las casas de apuestas, tanto físicas como onlines. El trámite lo puede realizar cualquiera, porque no hace falta empezar a perder para saber que en el juego siempre ganan otros.